miércoles, 29 de septiembre de 2021

Arquitectura Virreinal en Perote, Veracruz - Parroquia de San Miguel Arcángel (s. XVIII)

POR JORGE PÉREZ QUINTOS


Parroquia de San Miguel Arcángel (s. XVIII)


Presentación:

Con la intención de hacer una descripción a uno de los principales edificios de la época virreinal con los que cuenta Perote, resaltaré lo que como arquitecto pienso que es más importante, así analizaré la planta y la portada, sin dejar de mencionar los vitrales con los que cuenta, pues tienen mucho que decir en cuanto al mensaje iconográfico que la orden franciscana dejó en Perote.




Antecedentes:

La ciudad de Perote se ubica a 280 kms de la ciudad de México y a 171 kms de la ciudad y puerto de Veracruz, y su fundación se considera en el momento que se da una licencia para establecer una venta en el camino de Veracruz a México, que es el 20 de junio de 1525 y en el tema religioso, tenemos que irnos al establecimiento de un Hospital el cual contó con su capilla, como lo podemos apreciar en la cita tomada del libro “Testimonios para la Historia de Perote” de David Ramírez Lavoignet, que a continuación transcribo: “A solicitud del Dr. Pedro López, el Obispo de Tlaxcala Garcés, fundó en 1535 el Hospital de Nuestra Señora de Belem, por la ingente necesidad que había de una casa de caridad en la llanura de Perote, para la atención de los viajeros y vecinos. El Obispo Garcés lo administró hasta su muerte, después de la cual y siempre por influencias del Dr. López, el Obispo D. Diego Romano lo encargó a los hermanos Hipólitos”.

Del mismo texto en otra intervención, acerca de la fundación de la Parroquia de San Miguel Arcángel, comenta lo siguiente: “En 1709 existía en Perote una Cofradía de Ánimas y hasta 1713 no existió Parroquia del pueblo y los bautizos se efectuaban en la iglesia del Hospital, el primer asiento de bautismos registrado ya en libros parroquiales se realizó el 19 de febrero de 1713”.

Pero se menciona que el inicio de la edificación de la Parroquia de San Miguel es hasta 1716, después de conseguir la propiedad del terreno en donde se ubicará la misma como consta el siguiente cita: “En 1716 el Obispo de Puebla solicitó al general de la orden de San Hipólito la venta de un terreno para levantar la Parroquia, donando un terreno de 68 varas de frente por 100 de fondo, el día 2 de diciembre de 1716 se dio posesión al vecindario de Perote, poniéndose la primera piedra de inmediato”.


Estas citas nos indican que el inicio de la construcción de la Parroquia de San Miguel de Perote es a inicios del siglo XVIII, 1716, pero también refiere a que el primer asiento del libro de bautismos de la misma corresponde a 1713, esto es importante de resaltar pues haremos un análisis iconográfico de la misma y es importante asociar estas fechas, aunado a los vestigios de una torre campanario que se encuentra en su costado sur, y que nos sugiere que la Parroquia estaba pensada un cuerpo más chico de lo que quedó.

viernes, 20 de agosto de 2021

Quinto Aniversario de nuestro blog

POR MARIO ROSALDO



Queremos agradecer a los arquitectos de la generación egresada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana-Xalapa de Enríquez, años 1973-1977, por su participación desinteresada durante los pasados cinco años, que hizo posible la publicación de nuestro blog colectivo, Escritos e Imágenes. En especial agradecemos la participación de nuestro profesor José Miguel Torres Cházaro quien compartió con nosotros su experiencia como académico y como profesional independiente.

domingo, 4 de julio de 2021

Dos paisajes en acuarela

POR ROBERTO ORTÍZ CEDANO



Roberto admite que no pinta acuarelas con otra intención que escapar del estrés, que no es un acuarelista ni nada parecido. Pero comparte gustoso estos dos trabajos suyos con tal de animar a los compañeros generacionales a participar en la publicación de este nuestro blog colectivo.

viernes, 21 de mayo de 2021

Prólogo e Introducción del PDF: Restauración Arquitectónica de Monumentos Históricos en la Región Central de Veracruz

POR JORGE PÉREZ QUINTOS

Descargue el PDF presionando en la imagen



Prólogo

Este breve pero brillante compendio de saberes elaborado por el Maestro en Restauración Arquitectónica de Bienes Culturales José Cástulo Jorge Pérez Quintos, abre un panorama distinto al que estamos acostumbrados a ver sobre la arquitectura, la historia regional (sin desligarla de los lazos con otras naciones), las fortificaciones y los templos antiguos, todo por su valor intrínseco como patrimonio cultural y la disciplina de la restauración arquitectónica.

El Mtro. Pérez Quintos captura nuestra atención prácticamente dibujando con palabras, el conocimiento, la experiencia y las vivencias que ha desarrollado con éxito en esta relevante etapa de su vida profesional.

Nos comparte detalles poco conocidos del sistema de defensa estratégica regional usados a finales de la colonia española como es el caso del Fortín de Órdenes Militares, ubicado a la vera del Antiguo Camino Real en Plan del Río, Veracruz, así como de la restauración que realizó en esta edificación.

Nos da asimismo, información interesantísima sobre las características arquitectónicas y constructivas del gran coloso fortificado de San Carlos de Perote y finalmente nos habla sobre la experiencia y los pasos pertinentes para el desarrollo y buen término de una obra de restauración en el Templo de San José en Orilla del Monte, Jalacingo, Veracruz.

lunes, 19 de abril de 2021

Lecturas a contravuelo

POR MARIO ROSALDO



Entre los libros que nos llevaron a la arquitectura moderna o que diferenciaban en diversos grados el funcionalismo del organicismo y, en algunos casos, la arquitectura historicista de la concebida como adecuada respuesta técnica a su propia época, están sobre todo: Pioneros del diseño moderno de Nikolaus Pevsner, Autobiografía de una idea de Louis H. Sullivan, Espacio, tiempo y arquitectura de Sigfried Giedion, Hacia una arquitectura orgánica y Saber ver la arquitectura de Bruno Zevi, La arquitectura moderna de Gillo Dorfles, Teoría y diseño arquitectónico en la primera era de la máquina de Reyner Banham. En algún momento también consultamos libros, o por lo menos los hojeábamos, como Las siete lámparas de la arquitectura de John Ruskin, La cultura de las ciudades y La ciudad en la historia de Lewis Mumford o La revolución urbana y De lo rural a lo urbano de Henri Lefebvre, Los hijos de Sánchez y Antología de la pobreza de Oscar Lewis, El mundo primitivo y sus transformaciones de Robert Redfield o Idea de la historia de R. G. Collingwood. Algunos de estos libros estaban, o bien en la biblioteca de la escuela, o bien en la Biblioteca Central de la Universidad; o, en última instancia, los comprábamos en las librerías de Xalapa o Ciudad de México. Y entre las revistas que leíamos muy esporádicamente estaban: Calli, Domus, Architectural Record, L'Architecture d'aujourd'hui y otras semejantes. Desde luego que las ideas no quedaron claras desde un principio, tuvo que pasar bastante tiempo para que encontráramos un sentido lógico a esta información a veces tan contradictoria. Algunos libros los leímos superficialmente y no volvimos a ellos, sino hasta más tarde. En cambio, hubo otros que desde entonces leímos con regular frecuencia. Ahora, aquí cabe aclarar a los lectores en general, algo que todo estudiante de arquitectura sabe: la información no nos llegaba únicamente a través de las lecturas, sino también a través de los rápidos y sucintos comentarios de los profesores, dichos durante la presentación del proyecto arquitectónico, que el estudiante debía resolver para ser evaluado, o durante la exposición grupal del resultado parcial o final de lo programado, o, con menos frecuencia, en alguna conferencia ofrecida para reforzar un poco los conocimientos teóricos o prácticos, o hasta en una reunión informal fuera del aula y del taller, y ciertamente a través de las conversaciones con los compañeros acerca de lo que sabían de tal o cual tema porque lo habían leído o porque alguien les había compartido el dato; así nos enterábamos de las publicaciones o de las obras de Christopher Alexander, de Paolo Soleri, de Yona Friedman, de Kenzo Tange, de los metabolistas o de Hassan Fathy.

sábado, 23 de enero de 2021

Restauración arquitectónica de sitios turísticos*

POR JORGE PÉREZ QUINTOS



La restauración de monumentos arquitectónicos y edificios históricos, es una disciplina, para la cual hay que estudiar un postgrado (maestría), pero ¿en qué radica la importancia de esta disciplina o actividad? No solo en conservar la memoria histórica de un lugar, de una ciudad o de un país, para que las futuras generaciones recuerden la grandeza de sus lugares de origen. Es algo más profundo, es algo que tiene que ver con el sentido de pertenencia, con la identidad, con el arraigo. Es así que la conservación tiene efectos más importantes que solo la recuperación del espacio físico o del paisaje.




Cuando se logra un proyecto de Restauración, es decir cuando se logró un proyecto integral, que incluyó la investigación necesaria, la inclusión de la sociedad que detenta tal o cual bien, las propuestas de intervención y de difusión, pero que además logra la interacción de los tres niveles de gobierno, se puede obtener un gran potencial, el cual puede ser utilizado como un icono o punto de referencia con el carácter de atractivo turístico.



Existen múltiples construcciones de tipo militar asociadas al Camino Real México-Veracruz, vía Xalapa. Las construcciones y el camino eran constantes escenarios de batallas menores, de asaltos a caravanas que transportaban mercaderías, del paso de tropas en maniobras de rutina, de todo cuanto puede ir y venir en un camino real. Por tal motivo, las rutas principales estaban defendidas por efectivos leales al gobierno virreinal. Esas tropas tuvieron lugares estratégicos para descansar y vigilar, para contar con los acopios de armas y de pólvora para pertrechos y comunicación con otros puntos de vigilancia; uno de estos lugares estratégicos fue el fortín de Plan del Río, o "Fortín de órdenes militares”, que es el nombre del ejército que lo edifica al mando del venezolano, Fernando Miyares y Mancebo y que se ubica en una loma al lado del camino real en Plan del Río, hoy municipio de Emiliano Zapata.