domingo, 15 de diciembre de 2019

José Miguel Torres Cházaro: artículo y breve entrevista

POR GUILLERMO ÁVILA DEVEZZE Y MARIO ROSALDO




Semblanza de un Arquitecto Magistral

El Arquitecto José Miguel Torres Cházaro, Pepe o PPTCh afectuosamente llamado así por sus amigos contemporáneos y por alumnos, muchos de ellos orgullosos integrantes de antiguos o actuales equipos de trabajo, creo coincidimos que para él, su más grande pasión y amor son la Arquitectura y el diseño en general, pues todos los aspectos de su desarrollo profesional los ve desde la perspectiva, de que todo debe corresponder a un buen diseño, lo cual no está nunca desligado de aspectos éticos y sensibilidad profesional para resolver todos los problemas de diseño independientemente de la escala y género del espacio arquitectónico, sea público o privado.

Su quehacer corresponde a la de un Arquitecto con una formación integral tanto en lo urbano y público como en lo privado y especifico de un proyecto aislado o de conjunto.

Su visión de la Arquitectura, la lleva, bien como simple ciudadano, bien como arquitecto, atendiendo un encargo o hasta como funcionario público, siempre preocupado de su entorno, generando propuestas muy profesionales a las problemáticas del momento y aún más allá, tratando de prever el futuro y que una obra trascienda, a fuerza de estar bien resuelta, no es un arquitecto alejado de las implicaciones presupuestales de las encomiendas, sean cuales sean, ellas forman parte del reto para resolverlas, no acostumbra resolver cosas por simples formas y siempre considera que un cliente puede aportarle, a través de las necesidades que tiene, un reto para resolverlas por conducto de sus proyectos.

Como catedrático, conferencista, o articulista invitado a compartir sus experiencias, muestra con excelente disposición esa pasión, notándose siempre dispuesto a dejarse seducir por la idea de ejercer la profesión de ARQUITECTO y de transmitir esa pasión por la ARQUITECTURA a alumnos, colegas, amigos y todo aquel que le escucha, en actos formales, sociales o de bohemia, así lo demuestra desde su escrito Reflexiones en 1991 y la reciente entrevista del día 02 de Diciembre de 2019.

Arq. Guillermo Ávila Devézze,
7 diciembre de 2019.




REFLEXIONES
por José Miguel Torres Cházaro

Publicado originalmente en
la revista Arquitectos del Colegio de Arquitectos
del Estado de Veracruz-Xalapa, A. C., número 2, abril de 1991.


Se me ha invitado a que escriba algo sobre ARQUITECTURA para nuestra joven Revista, lo hago con la finalidad de comunicar únicamente algunas Reflexiones, y consciente de que lamentablemente se ha escrito y hablado tanto de arquitectura y, comparativamente, se ha hecho tan poco que no desearía incurrir en el error de hacer precisamente lo que aquí crítico.

Los teóricos, los estudiosos y, en fin, los interesados en comunicar tantas cosas importantes sobre nuestra profesión, escriben toneladas de tinta, produciendo documentos en los que se habla de VALORES ARQUITECTÓNICOS, ESTILOS, CORRIENTES. Se buscan, con la palabra escrita, nuevos caminos, soluciones a problemas humanos: de espacio, de justicia social, de conservación del patrimonio nacional, de integración al contexto, de obras armónicas, de construcciones económicas, de arquitectura autosuficiente, de aplicación de sistemas ecológicos, de aprovechamiento del uso de energías limpias, de nuevos materiales y nuevas tecnologías, de intentos de nuevas interpretaciones en el uso de materiales y sistemas tradicionales, etc.

Sin embargo, el resultado visible es pobre en relación a tanto estudio, a tanto escrito. Palabras, palabras, ideas, aportaciones, sueños y búsquedas, la mayoría de las veces con una sincera intención de superación de nuestra profesión, todo ello sin olvidar congresos, simposiums, mesas redondas y, en fin, toda clase de foros en los que se presenta de nueva cuenta, a través de ponencias y ensayos, la palabra escrita.

La arquitectura, desde mi punto de vista, no se escribe, se crea, se diseña y construye, como un acto de amor, con una entrega total a la profesión, sin pensar en cuánto dinero va a producir; es el resultado de un ser creativo que ama a la naturaleza, al ser humano, que desea modificar para mejorar las condiciones y la calidad de vida de los habitantes de las ciudades, de esas comunidades humanas, independientemente de su escala, desde la vivienda rural hasta los grandes complejos urbanos; para esto requiere de un acervo cultural que le permita la comprensión de su medio, aplicando su capacidad de análisis y síntesis, usando el sentido común en las soluciones que plantee, de modestia y capacidad de diálogo con el cliente para entender sus necesidades y, juntos, establecer y dar forma y respuesta al programa, lograr la confianza y libertad que necesita para desarrollar las ideas que darán al objeto arquitectónico.

Definitivamente la arquitectura no es un negocio, es un medio de autorrealización, es la posibilidad de ser, de ser uno mismo, con o sin dinero. El hacer arquitectura debe ser un placer, una satisfacción interior, similar a la que siente un compositor de música o a la que produce cualquier artesanía a su hacedor.

Todos sabemos que, para esto, se requiere de una formación universitaria acertada, completa y responsable. Las universidades pretenden producir arquitectos, sin embargo, la realidad es otra, programas de estudios elaborados sofisticadamente perdiendo de vista los objetivos claros de para qué se estudia, algunos catedráticos ineptos o irresponsables, que solo ven la cátedra como modus vivendi y que, cumpliendo burocráticamente, en el mejor de los casos, con su carga, se sienten satisfechos. Son muy honrosas las excepciones que merecen admiración y respeto, así como el debido reconocimiento de la comunidad universitaria. Sabemos que existe indiferencia y rechazo a los eventos, conferencias, cursos especiales, exposiciones e intentos por superar la calidad académica.

La crítica también va dirigida a los jóvenes, muchos por la mala influencia de sus maestros, otros por su propia apatía, irresponsabilidad, falta de vocación o de constancia, no participan ni se interesan en el mejoramiento personal o de su institución: indiferencia, ausentismo, conformismo, etc.

Sé que existen buenos estudiantes que a pesar de todo luchan y se interesan por ser buenos arquitectos, pero, ¿en qué porcentaje?

Ante todo esto, ¿cómo se puede esperar que se haga buena ARQUITECTURA?, ¿cómo lograr el respeto de la comunidad hacia nuestra profesión? Además, por si fuera poco, las modas y los "ismos" venidos de otros contextos, desvirtuados, solo perjudican el resultado de las obras que día con día surgen en nuestras ciudades, hace falta profesionalismo, seriedad, calidad y actualización.

En breve, el convenio de libre comercio entre los Estados Unidos, Canadá y México traerá nuevos materiales, tecnologías y no sólo esto, sino también empresas que representarán el reto de competir con profesionistas con una preparación mayor en algunos aspectos, para lo cual, no estamos preparados, el subdesarrollo también es profesional, intelectual, no quiero decir que como seres humanos capaces, creativos y trabajadores estemos en desventaja. Todos somos potencialmente iguales y el arquitecto latinoamericano ha demostrado siempre una sensibilidad muy particular, pero en cuanto a preparación y actitud profesional, sí estamos muy por debajo de lo necesario en este momento histórico.

Creo firmemente en que es el momento de tomar conciencia, modificar actitudes, superarnos y preocuparnos por elevar la calidad de la arquitectura que produzcamos, seamos arquitectos de a deveras, no nos engañemos, no es solo tener título, es hacer ARQUITECTURA VALIOSA, es dar a nuestros semejantes lo mejor de todos y cada uno de nosotros.

No nos conformemos con escribir o hablar de Arquitectura,

¡ H A G Á M O S L A !




Breve entrevista al arquitecto José Miguel Torres Cházaro
Colaboración de Mario Rosaldo y Guillermo Ávila Devézze.


Mario Rosaldo:
Uno de los principales conflictos que todo arquitecto ha enfrentado para abrirse paso en el campo profesional ha sido el de definirse como artista o como técnico. La diferencia es abismal: el artista es un humanista, es decir, se interesa en conocer los problemas humanos y resolverlos todos, así sea sólo idealmente; el técnico en cambio se mantiene siempre dentro de los estrechos límites de su especialidad empírica, resuelve únicamente lo que le compete o se le demanda.

PREGUNTAS:
1. ¿Estás de acuerdo con esta apreciación?
2. ¿Cuál fue tu experiencia al inicio de tu desarrollo profesional?
3. ¿Pudiste conciliar ambos extremos?


José Miguel Torres Cházaro
RESPUESTAS:
1. No estoy de acuerdo, decir que el arquitecto solo es humanista o técnico, es una definición simplista y limitativa que no puede aplicarse rígidamente.
Un Arquitecto es un profesionista que debe tener conocimientos técnicos y humanísticos entre otros más, y sensibilidad, pues una obra arquitectónica es la creación de espacios, formas, que deben ser armónicas; la Arquitectura es el resultado de la suma de varios conocimientos de clima, topografía, características del suelo, necesidades del cliente (debidamente entendidas), no es una solución fría (requiere mayor información que otras profesiones).
2. Mi experiencia es el resultado de haber tenido excelentes maestros, desde Teoría de la arquitectura con el Arq. José Villagrán, Historia del Arte con el Arq. Francisco Mariscal y con el Arq. Rafael Mijares y Diseño Arquitectónico con los Arquitectos Luis Guillermo Rivadeneira, Augusto H. Álvarez, Ramón Torres y Ricardo Flores Villasaña.
Ambos extremos (artista – técnico) forman parte de un todo y deben manejarse integrados a otras disciplinas.
3: Respecto a ello, claro que sí considero que pude conciliarlos por considerar que es vital integrarlos.


Mario Rosaldo
Otro conflicto, no menos importante, es el de la misión de la arquitectura, si ha de contribuir en la transformación democrática de la sociedad, como alegaban los arquitectos del movimiento moderno, o si ha de permanecer al margen de todo lo que no cae dentro del campo del arte y de la técnica, entendido como esfera autónoma, aislada o libre de toda política, como han defendido hasta ahora los detractores del moderno.

PREGUNTAS:
1. ¿Tuvo este conflicto algún efecto en tu desempeño profesional?
2. ¿Cómo conseguiste enfrentarlo y resolverlo todos estos años? Por otro lado, en tu opinión,
3. ¿se ganó más de lo que se perdió con las campañas emprendidas contra el movimiento moderno?
4. ¿Sobrevive todavía hoy algo del moderno?


José Miguel Torres Cházaro
RESPUESTAS:
1. Para nada, creo que Toda expresión Arquitectónica parte de la conciencia del profesional de la Arquitectura en el sentido de que su misión es atender y resolver las necesidades del ser humano en cuanto a toda clase de espacios habitables, desde lo estrictamente individual a lo colectivo, desde el más pequeño espacio, como la vivienda mínima hasta grandes conjuntos y/o desarrollos habitacionales, industriales, comerciales, educativos, etc.
Asimismo, las expresiones arquitectónicas podrán catalogarse o no dentro del concepto de “estilos o ismos”, lo cual resulta del momento histórico, usos y costumbres de cuando se diseñan y construyen, lo cual realmente no debía etiquetarse ni relacionarse con aspectos políticos.
Por lo tanto, este conflicto en lo absoluto tuvo efecto en mi desempeño profesional.
2. Considero que el no pensar en este tipo de conflictos, me permite estar practicando el ejercicio libre de la profesión, con responsabilidad, conciencia y profesionalismo.
3. Absolutamente toda la Arquitectura Contemporánea tiene su origen en los estilos y corrientes de años pasados.
4. En la actualidad, y creo siempre ha sido así, todo lo que se diseña y construye tiene un referente, nada desaparece totalmente.


Mario Rosaldo
Agradezco el tiempo que has dedicado a estas preguntas, cuyas respuestas queremos compartir con las viejas y las nuevas generaciones de arquitectos que sin duda leerán con atención tus comentarios porque brotan de tu experiencia como proyectista y constructor y de tu pasión por la arquitectura.


José Miguel Torres Cházaro
Igualmente, agradezco la oportunidad que me brindas de expresar mis puntos de vista en base a mi experiencia profesional de cerca de 60 años de ejercicio de la profesión de Arquitecto.


Guillermo Avila Devézze
PREGUNTA:
¿Qué recomendación o mensaje das a quienes ejerzan como Arquitectos?


José Miguel Torres Cházaro
RESPUESTA:
Les recomendaría que ejerzan la profesión, con alto sentido de responsabilidad de que se diseña para satisfacer las necesidades de la población, que consideren y respeten la sana convivencia en comunidad, cuidando no provocar conflictos con respecto a la movilidad urbana y al medio ambiente, en la medida que lo permitan los programas y recursos, y aplicar el uso de ecotecnias y soluciones que respeten al medio natural.


Xalapa, Ver. , 2 de diciembre de 2019

1 comentario:

  1. Ejemplo a seguir !!! Habilidad excepcional en el manejo de los espacios y volúmenes !!

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